Las golondrinas y el otoño

 

Por Adela Ferrer y Empar Landete

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Adela Ferrer

Empar Landete

 

Según las observaciones de los ornitólogos, la mayor parte de las golondrinas migratorias abandonaron la Comunidad Valenciana a lo largo el fin de semana del Pilar (entre el 9 y el 12 de octubre); su partida fue el anuncio del cambio de estación meteorológica: el otoño ya está aquí. 

Pese a ello, y a causa del cambio climático, muchas de estas aves permanecen todo el año entre nosotros: el día 23 se avistó una bandada de más de 30 ejemplares -probablemente del grupo que se ha establecido permanentemente- cazando insectos en la playa de Tavernes de la Valldigna.

Estos grupos que a veces se quedan en la península , se trata de algunas valientes que han querido permanecer hasta el último minuto para acabar de criar a su tercera nidada, aprovechando quizás un otoño peligrosamente suave. Es entonces cuando se pueden encontrar apresadas por la llegada de una ola de frío. Sin un gramo de grasa de reserva bajo sus plumas, y con la casi desaparición de los insectos  en el aíre, es cuando las golondrinas ni se plantean ponerse en camino hacia el sur.

Así, que se quedan donde están, aprovechando por las noches el calor de los establos, cazando durante el día sobre los estanques, playas o riachuelos , donde encontrarán siempre , incluso durante el invierno , algunos pocos insectos que comerse.

Así, algunas logran a veces aguantar el tipo, a trancas y a barrancas, hasta que llegan las Navidades y el Año Nuevo. Siempre que no haga mucho frío, es posible verlas cómo se aventuran  una salida bajo el cielo gris, con un vuelo dubitativo, lento, casi fantasmagórico. Y es que se han quedado tan flacas que pocas son las que logran pasar el ecuador del mes de Enero.

Se han encontrado, algunas de esas golondrinas , muerta entre las vacas , no pesaba más de 11 gramos.

Por otro lado, el sábado 24 de octubre de 2009 observamos en muchos parques y jardines de las ciudades del Mediterráneo español, un gran número de "lavanderas blancas", graciosos pajaritos insectívoros, también llamados "aguzanieves" o "pajaritos de las "nieves", que suelen pasar los inviernos en nuestras latitudes. Su presencia quizá sea anunciadora de una bajada de temperaturas a corto plazo, o al menos más pronto de lo que la actual situación anticiclónica pudiera sugerirnos."

 

 

La lavandera blanca se llama también y, popularmente, "aguzanieves" o "pajarito de las nieves", lo que ya nos da otra pista acerca de que anuncian fríos.

 

            Tavernes y Valencia, 28 de octubre de 2009

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Adela Ferrer

Empar Landete