CABAÑUELISTAS Y METEOROGNOMISTAS ESPAÑOLES

Volver a la página principal

 

Más cabañuelistas

 

Jacinto Sagarna, el Pastor del Gorbea

Los aficionados a la Meteorología Empírica, y desde luego también muchos agricultores y gentes del mundo rural, conocen bien este nombre, vizcaíno salido de las montañas vascas y que actualmente vive jubilado en la riojana localidad de Tudelilla. Se hizo famoso por sus colaboraciones en los medios de comunicación, que lo llamaban cada trimestre para dar cuenta de sus témporas y pronósticos del tiempo realizados a la más vieja usanza: comportamiento animal, observación de las nubes y vientos, etc.

Aunque su auténtico nombre es el de Jacinto Sagarna, es mucho más conocido por el seudónimo que lo hizo un personaje famoso, casi legendario: "el pastor del Gorbea". Nació en Zeanuri y allí vivió hasta los 18 años, ejerciendo la profesión de pastor desde los 9. Pasaba temporadas de hasta seis meses en el monte, donde subía el 1 de mayo y ya no bajaba hasta estar cercana la Navidad. Poco después de los 18 años cambió de oficio: se hizo vinatero y puso una bodega en Berriz.

Fue hacia esa edad cuando empezó a "coger el tiempo". Poco a poco fue afinando sus pronósticos, de modo que empezó a hacerse conocido por sus predicciones y colaboró en El Correo Español, más tarde en Deia y también otros periódicos, Radio Vitoria, etc. Dejó de colaborar en ellos por el mucho tiempo que le ocupaba: las buenas predicciones exigen la observación "in situ" de los vientos, de las nubes, los humos, los animales, las plantas, etc.

Pero su método básico fueron siendo las témporas, muy extendidas en las montañas vasconavarras, que pronostican el tiempo de cada estación partiendo de lo acontecido el miércoles, viernes y sábado previos al equinoccio o al solsticio.

Jacinto Sagarna guarda en su casa las notas de Justo Unzueta Solaegui, de Durango, con todas las referencias sobre las témporas y el tiempo sucedido, día a día y año a año desde comienzos de los 60. A sus 67 años (en el año 2003), el pastor del Gorbea es depositario de un conocimiento a punto de extinguirse.

Manuel Plaza García

Manuel Plaza García, observando las cabañuelas en el cerro de la Antigua, en Mora (Toledo), hacia 1988

            Manuel Plaza García nació el 3 de mayo de 1928 en Villaseca de La Sagra (Toledo), donde aprendió cómo se hacían las cabañuelas y pudo comprobarlo en las mismas eras donde se trillaban las mieses en verano. Pero se casó y vivió en Mora, donde regentó un negocio de curtidos y toldos. Según él mismo:

            “Desde mi infancia conviví entre agricultores, ganaderos, pastores, yegüeros, veterinarios, domadores de caballos, guardias civiles, herreros, guarnicioneros y esquiladores, pero fue mi abuela Catalina la que más influyó en mí con sus refranes, cuentos e historias, y además fue una verdadera agricultora. Entre todos ellos despertaron en mí la afición por lo desconocido y la ciencia de las cabañuelas.”

            Su primer calendario con pronósticos de las cabañuelas de agosto data de 1988, y ya nunca faltarían hasta el año 2007, cuando se produjo su muerte. Los calendarios de 1988 a 1991 contenían solamente pronósticos suyos. Pero ya en 1992 aparecen colaboraciones de Félix Esquitino desde Málaga, de José Alberto González desde Lugo, de José Moreno del Puerto desde Granja de Torrehermosa (Badajoz) y de Andrés Pino Alcalde desde Carmona (Sevilla). Había comenzado a aparecer en diversas radios españolas (la SER, RNE, la COPE, etc.) emitiendo sus teorías y pronósticos, adquiriendo una gran popularidad, lo que aprovechó para hacer un amplio proselitismo.

            En 1993 se asoció con Félix Esquitino y los nombres de ambos aparecen en el Calendario de ese año, incorporando la Astrometeorología. Desde entonces, el número de colaboradores no dejó de crecer, hasta abarcar prácticamente todas las Comunidades Autónomas españolas con los pronósticos derivados de las cabañuelas de agosto, en las que creía fervientemente. Pasaba los días y las noches de agosto en el cerro de Nuestra Señora de la Antigua, en los alrededores de Mora, dedicado exclusivamente a observar el cielo.

            El julio de 1995 se celebró en Mora (Toledo), bajo sus auspicios, el I Congreso de Cabañuelas y Astrometeorología Hispánica; en ese mismo año publicó Cabañuelas. Primera y Segunda Parte, primer texto dedicado exclusivamente a las cabañuelas de agosto que hasta ahora formaban parte solamente de la tradición oral española. Después vendrían otros, y el último al que asistió fue el de Tenerife, en septiembre de 2006.

            Otro de sus logros fue la fundación de la Asociación Cultural Española de Cabañuelas y Astrometeorología (ACECA), legalizada en septiembre de 2002, y de la que fue presidente hasta su muerte, acaecida en septiembre de 2007. Se repartieron los carnets y los primeros títulos de socios fundadores en el Congreso de Málaga de junio de 2003.

            Aún pudo realizar las observaciones de las cabañuelas en agosto de 2007, pero las acabó ya muy enfermo; todo sucedió muy rápido, y falleció a primeros de septiembre. Descanse en paz.

Mikel Sukunza

 

Mikel Sukunza en su caserío de Leiza (Navarra)

 

Este vasco de Navarra es uno de los más populares personajes en materia de témporas, pronósticos populares estacionales del tiempo muy practicados en las zonas de habla vasca y también en Cantabria. Su origen cristiano lo tenemos en los ayunos que se hacían antiguamente los miércoles, viernes y sábados en la segunda semana de la Cuaresma, en la primera semana después de Quincuagésima (séptimo domingo después de la Pascua), la semana siguiente a la Exaltación de la Santa Cruz (14 de septiembre) y la que viene después de Santa Lucía (13 de septiembre). Se observaba el cielos esos días, particularmente a medianoche, proyectándose sobre los tres meses venideros. Hoy se continúa esta práctica las semana previa a los cambios de estación, pero, sin duda, su origen viene de antes de nuestra Era, pues sabemos que Demócrito (a quien se atribuyen las primera ideas sobre el concepto de átomo) juzgaba las estaciones por los tres días del entorno de los solsticios (Plinio el Viejo, Historia Natural, Libro XVIII).

            Aquí lo vemos en su ambiente inconfundible. Difunde sus pronósticos a través de los medios vasconavarros de radio, televisión y prensa (Diario de Navarra, por ejemplo, de donde procede esta fotografía).

 

 

 

Manuel Ardoy Medina

         Manuel Ardoy Medina fue médico de Beas de Segura (Jaén) y su alcalde durante 8 años, además de Diputado Provincial, motivo por el cual una calle de esa ciudad lleva su nombre. Y decimos fue porque se nos marchó en el mismo mes del mismo año que Manuel Plaza, con menos de tres semanas de diferencia (finales de septiembre de 2007).

            Fue uno de los puntales en los que se apoyaba el fundador de ACECA y organizó el Congreso de Cabañuelas y Astrometeorología en octubre de 2005 en Beas. Estaba en buena forma, y muy animado preparando el de 2008 en Granada cuando, inesperadamente, un accidente vascular cerebral acabó con él tras largos días de sufrimiento.

            Difícil encontrar o imaginar un personaje más campechano y dicharachero que él, y más arraigado en su hábitat cotidiano. Supo aunar en él el conocimiento académico-científico y el empírico y popular-tradicional en una sola persona. Gran cabañuelista, leía en la naturaleza lo que para otros no tiene significado: el estado de las aguas del embalse de Gualmádena, donde veraneaba y tomaba las cabañuelas de agosto, le hablaba, sabía interpretarlo y, de ese modo, pudo predecir un terremoto con gran exactitud en el tiempo y en el espacio.

            Su mujer y uno de sus hijos continúan hoy como socios de ACECA, lo que nos honra y, de alguna manera, nos consuela del hueco irrellenable que nos dejó. Descanse en paz.

 

Adela Ferrer Baró

 

Adela Ferrer y JL Pascual

 

Adela Ferrer es una prestigiosa astróloga valenciana, muy popular por sus colaboraciones en las televisiones autonómica (Canal 9 y Balear), así como en los medios escritos. Pero también es bien conocida su faceta de amante de la Astrología Tradicional, pues ha participado en los trabajos de la Escuela de Traductores de Sirventa como uno de sus miembros más activos: adaptaciones del Libro conplido en los iudizios de las estrellas (Aly Aben Ragel), Libre dels juhius de les estreles (Abraham Ibn Ezra), o Tratado breve de las influencias celestes, entre otros. Pero ha sido este último, del judío de Salamanca Abraham Zacuto, el que la ha llevado a interesarse y profundizar en el pronóstico astrológico del tiempo. Zacuto demuestra en su obra un buen conocimiento de la materia astrometeorológica y cita casos reales, caso poco frecuente en la bibliografía. No en vano Cristóbal Colón viajó a América con las Efemérides de Zacuto, en cuyo margen anotaba el tiempo que iba encontrando y sus atribuciones astrológicas.

No es lo mismo leer o estudiar un libro que rescatar del olvido de los siglos una obra que en su día gozó del máximo prestigio y hoy es denostada por la ignorancia ilustrada. El contacto íntimo con la obra del autor crea un lazo con él que trasciende el tiempo y el espacio, la vida y la muerte. Y eso es lo que le ha ocurrido a Adela, que, seducida por la sencillez y la claridad de las explicaciones de Zacuto, en 2008 se lanzó a la incierta aventura de aplicar los viejos conocimientos astrometerológicos y adentrarse en los elevados riesgos de la predicción del tiempo a largo plazo. Con ello, esta valiente mujer se incorpora por derecho propio a nuestra galería de personajes importantes del mundo de las cabañuelas y de la Astrometeorología españolas.

 

 

A la derecha, Horacio Dorta Spínola, Presidente de la Asociación Canaria de Cabañuelas

 

José Luis Pascual Blázquez

 

 

            Nació en 1953 en Alfaro (La Rioja), donde  se crió, estudió y trabajó. Allí empezó sus primeras pesquisas sobre Astrometeorología en 1967. Aprendió a hacer las cabañuelas en las largas noches de invierno de su padre Luis y de su abuelo Baldomero. III Premio de Investigación Astrológica “Demetrio Santos” en 1994 por un trabajo sobre Astrometeorología. Elegido Presidente de la Asociación Española de Cabañuelas y Astrometeorología tras la muerte de su fundador, Manuel Plaza. Participante habitual en los Congresos Ibéricos de Astrología y de Cabañuelas. En la foto, acaba de exponer en Alicante una ponencia que propone interpretar los grandes ciclos climáticos a través del sistema de las grandes conjunciones. Ha publicado numerosos trabajos sobre Cabañuelas, Meteorología Empírica y Astrometeorología y participado en la traducción y adaptación de diversos textos antiguos.

 

Volver a la página principal

 

Más cabañuelistas